Parece mentira que en un país como el nuestro hoy en día se den casos como el que paso a comentar ahora, y es que no puede ser que el cine español viva de forma casi exclusiva de las subvenciones.
Amparados en que la gente no va al cine por culpa de Internet, y tildando de piratas y ladrones a todos aquellos que ejercen su derecho universal al libre intercambio de información, esta gente se han convertido en un nuevo tipo de religión, ya que se dedican a vivir del cuento a base de hacer lo mismo una y otra vez.
Esto se arregla de una forma sencilla:
1º Las subvenciones para directores noveles.
2º Supresión del canon digital.
3º Gestión total del gobierno sobre los impuestos derivados de la "cultura"
4º Inversión en proyectos sociales (hospitales, escuelas, polideportivos, etc...)
Los resultados serian interesantes, como por ejemplo la posibilidad de ver películas creadas por nuevos directores, lo que seria un soplo de aire fresco al ya de por si muy rancio cine español.
También tendríamos una rebaja en productos tecnológicos, permitiendo un mayor acceso a ellos para todo el mundo.
La gestión del gobierno de la denominada "cultura", permitiría al mismo disponer de unos fondos extra para reforzar nuestra dañada economía.
Por descontado esos fondos extra podrían invertirse en obra social, creando puestos de trabajo directos e indirectos, que es precisamente lo que necesita el país en estos momentos.
Si el presidente tuviese lo que hay que tener en lugar de ir pagando favores a diestro y siniestro otro gallo cantaría.
domingo, 12 de abril de 2009
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